Lucca y Pisa en un día

Los italianos me caen mejor que los franceses. Y son más lindos. Perdón slak, pero sí. Tampoco se hablar Italiano. Pero a veces suena a español, y el acento es mucho más fácil. De repente te encontras respondiendo no grazie a algún vendedor y que te trate de ciudadana. Sale por inercia.

Lucca y Pisa lo hicimos bajo lluvia. Una lluvia suave y constante. Es una mala idea ir sin paraguas. A mi gusta ir sin paraguas. Cada cinco pasos algún vendedor de tez negra te vuelve a ofrecer un paraguas. Claro, como te ven sin paraguas. Así que es un no grazie constante. Hasta que me compre un paraguas y ya no me vean sin paraguas entonces no me ofrezcan un paraguas. paraguas. claro, tiene sentido, para aguas.

La torre de pisa sigue torcida. "La torre pendiente, o Torre inclinada, tuvo problemas desde el primer momento. Iniciada su construcción en 1173 sobre un terreno débil y arenoso que había estado cubierto por el mar, empezó a hundirse cuando se abandonaron las obras al llegar al tercer nivel de los ocho pisos previstos en 1178. En 1272, los arquitectos intentaron corregir la inclinación- que ya era de 1 m respecto a la vertical- cambiando el espesor del mármol conforme iban subiendo. En 1370, se añadió el campanario superior, esta vez descentrado, en otro intento de enderezar la torre. El resultado, en palabras de un ingeniero moderno, fue una estructura ." Extracto de la guía National Geograpchic de Florencia y toscana, nuestra fiel guía de viaje. 26, 7 millones de euros salió el último intento de enderezar la torre, que logro dejarla 4 m respecto a su eje. La diferencia no se nota a los ojos del que la mira pero evita el riesgo de que se caiga. Terrible quilombo generó la torre de pisa.

Después caminamos sobre tumbas por el cementerio medieval. Caminé como siete metros antes de darme cuenta que mis pasos eran sobre placas de tumbas con enterrados debajo. Algunos estaban en las paredes y tenían esculturas tétricas talladas. El lugar era muy luminoso y no había tanta sensación tétrica más allá de estar caminando sobre cadáveres ya desintegrados entre figuras un tanto mortuorias.

Lucca fue más perderse por callecitas adoquinadas y angostas, caminando entre paraguas, palabras italianas y desencuentros familiares. Una iglesia muy rara con columnas de distintos tipos y motivos. Llovía un poco más que en Pisa pero había menos oferta de paraguas.